Cálculo I (Grupo A)

Ingeniería Física

 

Calculadoras

 

 

Las calculadoras manuales, a veces también llamadas calculadoras de bolsillo o, simplemente, calculadoras, irrumpieron explosivamente en el comercio a mediados de los años 70 y constituyeron uno de los primeros aportes de la tecnología electrónica al mundo académico. En la actualidad, las calculadoras disponibles comercialmente han alcanzado un notable grado de sofisticación. Sin embargo, usted puede encontrar una increíble abundancia de ellas, que va desde calculadoras bastante modestas, que solo disponen de las cuatro operaciones básicas y algo más, hasta calculadoras de diseño avanzado sorprendentemente poderosas y versátiles.

 

Para el estudio de muchos temas de matemáticas resulta de gran importancia disponer de un sistema automático de cómputo. El presupuesto de muchos estudiantes no les permite la posibilidad de adquirir un computador y un software matemático apropiado, que sería lo ideal en materia de ayudas tecnológicas educativas en matemáticas. En tales casos, una calculadora manual con ciertas características mínimas puede ser una buena alternativa. Mi recomendación es adquirir una que posea al menos tres características:

  • Que sea una calculadora científica, lo cual en particular significa que, entre otras cosas, disponga de opciones de cálculo con funciones trigonométricas, trigonométricas inversas, exponenciales y logarítmicas.

  • Que posea opciones de graficación de funciones y ecuaciones.

  • Que posea una pantalla lo suficientemente grande como para poder apreciar cómodamente las gráficas de funciones y ecuaciones.

En la actualidad, empresas como Texas Instrument, Casio y Hewlett Packard, están a la vanguardia en el mercado mundial de este tipo de calculadoras. La intensa competencia entre estas y otras empresas ha hecho que para el público sea posible adquirir calculadoras de notable calidad a precios significativamente reducidos.

 

Recomendación importante. Si decide adquirir una calculadora manual, asegúrese de que vaya acompañada de su respectivo manual de manejo. Estos manuales generalmente están elaborados en forma muy didáctica y le permiten a usted explorar y aprovechar al máximo todas las características de la calculadora. No es buena estrategia, y en muchos casos resulta verdaderamente frustrante, tratar de adivinar o de intuir cuál es la secuencia de teclas para ejecutar determinado procedimiento en la calculadora. He sido testigo en múltiples ocasiones de la angustia de muchos estudiantes cuando en medio de un examen decisivo se dan cuenta de que no conocen la forma de realizar algún cálculo en su calculadora y de que todos sus intentos por adivinar dicha forma fracasan. Por eso insisto en la importancia del manual. (Mis alumnos generalmente piensan que no hablo en serio cuando les hago la siguiente recomendación: Si alguien desea regalarles una calculadora, jamás la acepten si no va acompañada de su respectivo manual.)

 

Conviene sin embargo aclarar que actualmente en Internet existen muchos sitios web que presentan tutoriales sobre el manejo de diferentes calculadoras e incluso es posible encontrar y descargar versiones electrónicas de los respectivos manuales.

 

Finalmente, algunos textos incluyen observaciones, recomendaciones y consejos generales sobre el manejo de calculadoras manuales en cursos como Matemáticas Generales y Cálculo. Por ejemplo:

 

James Stewart, Lothar Redlin y Saleem Watson, Precálculo, 3a. edición, Thomson, México, 2001, sección 1.9.

 

Max Sobel y Norbert Lerner, Precálculo, 5a edición, Prentice-Hall, México, 1998, Apéndice 1.

 

James Stewart, Cálculo – Trascendentes Tempranas, 4a. ed., Thomson–Learning, México, 2002, Sección 1.4. [Última edición en español: 7a.]

 

Robert T. Smith y Roland B. Minton, Cálculo, vol. 1, McGraw–Hill, Santafé de Bogotá, 2000, Sección 0.3.

 

Edwin J. Purcell y Dale Varberg, Cálculo con Geometría Analítica, 6a. ed., Prentice–Hall, Madrid, 2000, Sección 1.2.  [Última edición en español: 9a.]