¿Euclidiano o euclideano?

 

 

¿Cómo debe escribirse o pronunciarse: euclidiano o euclideano? La respuesta está en [1]. Para comenzar, el adjetivo euclidiano y su femenino euclidiana significan del matemático griego Euclides o de sus principios. La referencia mencionada ilustra el uso del adjetivo en cuestión mediante la oración

 

¿Cuántos puntos hay en una línea recta en el espacio euclidiano?

 

tomada de la novela Buscando a Klingsor del escritor mexicano Jorge Luis Volpi Escalante. Además, [1] aclara que la forma euclideano na es incorrecta. En consecuencia, la forma oficialmente correcta es euclidiano na.

Ahora bien, por analogía, podemos concluir que las formas siguientes, usadas con alguna frecuencia en las publicaciones matemáticas, deberían ser igualmente correctas:

hermitiano na   cantoriano na   arquimediano na   laplaciano na  
               
riemanniano na   russelliano na   leibniziano na   fuchiano na  
               
kleiniano na   noetheriano na   hilbertiano na   bayessiano na  
               
goedeliano na   cartesiano na   wronskiano na   jacobiano na  
               
gaussiano na   hamiltoniano na   grassmaniano na   euleriano na  

 

En [2], podemos apreciar un uso de la forma rabelaisiano na con el sentido de desmesuradamente grande (en alusión, claro está, a los famosos gigantes Gargantúa y Pantagruel, protagonistas de algunas de las obras escritas de Rabelais):

 

Los cardinales inaccesibles son de magnitud verdaderamente rabelaisiana.

 

En [3], se hace uso de la forma booliano na que, de acuerdo con la analogía comentada anteriormente, debería ser correcta. Por otra parte, en algunos casos, como en [4] y en [5], se usan booleano na y kleineano na, respectivamente, formas que, en el mismo orden de ideas, deberían ser incorrectas.

La práctica de construir estas formas no es exclusiva de las matemáticas. De hecho, es de uso frecuente en las disciplinas sociales. Por ejemplo: hegeliano, cristiano, hitleriano, agustiniano, mariano.

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[1] Real Academia Española, Diccionario Panhispánico de Dudas, http://www.rae.es/
[2] Andrés Villaveces Niño, La medida de Lebesgue: ¿Por qué no es total? ¿Cómo lograr su totalidad?, Lecturas Matemáticas, Sociedad Colombiana de Matemáticas, volumen X, números 1,2,3, abril, agosto, diciembre de 1989,  p. 43.
[3] Seymour Lipschutz, Teoría de conjuntos y temas afines, McGraw–Hill, Panama, 1969, p. 216.
[4] Xavier Caicedo, Elementos de lógica y calculabilidad, una empresa docente, Departamento de Matemáticas, Universidad de los Andes, Bogotá, 1989, p. 80.
[5] Jean–Paul Colette, Historia de las matemáticas II, Siglo XXI, España, 3a. edición, 1993, p. 529.

 

 

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